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marzo 29, 2024

CREI POR LO CUAL HABLE

"…Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos…" 2 Corintios 4:13

¿Quién, pues, podrá ser salvo?

(Mateo 19:25-26)

“Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible”.

Mateo 19:25-26

INTRODUCCIÓN

¿Cuál es la pregunta más importante?

La pregunta más importante es una que hoy en día aparentemente nadie se hace. Sin embargo, una lectura rápida a la Biblia nos muestra que esta es una pregunta que ha intrigado a los hombres desde el principio.

  • Hechos 16:30: Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
  • Mateo 19:16: Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
  • Lucas 10:25: Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 
  • Job 25:4: ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
  • Salmos 15:1: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
  • Proverbios 20:9: ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
  • Nahúm 1:6: ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo?
  • Mat.19:25: Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
  • Apocalipsis 6:17: Porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Entonces, ¿cuál es la pregunta más importante del ser humano? Es esta: ¿cómo puedo estar bien con Dios desde ahora y por la eternidad? En otras palabras, ¿cómo puedo ser salvo?

Ahora bien, hay otra pregunta oculta entre estos versículos. Una segunda pregunta clave. ¿Qué pasaría si mueres sin estar bien con Dios? La respuesta la encontramos, entre muchas otras citas, en 2 Tesalonicenses 1:8-9:

  • “En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdiciónexcluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder”.

Una lectura regular te llevaría a la siguiente conclusión: irías al infierno por la eternidad. En el mismo texto hallamos la respuesta a la Gran pregunta: ¿Cómo puedo ser salvo? El evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

         Cada vez más nos acercamos al final del capítulo 19 del evangelio según Mateo y las discusiones continúan en función del joven rico que busco a Jesús para preguntarle que tenía que hacer para heredar la vida eterna. Ya vimos como este joven se presentó delante de Jesús con esta pregunta y este era un hombre que creía que desde su niñez había guardado los mandamientos; sin embargo, nuestro Señor le mostró que no era así, porque en su corazón existía un amor desmedido hacia las riquezas que hacían que estas tomaran el lugar de Dios. Jesús lo retó a abandonar lo que más amaba para seguirlo, pero este triste, se fue. Sus discípulos al ver todo esto se asombraron porque preguntaron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?, y en función de esta pregunta desarrollaremos el estudio de hoy.

LO DIFÍCIL QUE ES QUE EL HOMBRE SE SALVE DESDE LA PERSPECTIVA HUMANA

“Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?”.

Mateo 19:25

La situación era la siguiente: Un hombre había llegado delante de Jesús para hacerle quizás la pregunta más importante de toda nuestra vida y que determinara nuestra eternidad: “¿qué bien haré para tener la vida eterna?”, (Mateo 19:16).

Este hombre era un judío que desde niño había sido instruido en la ley de Dios, desde su niñez creía que había vivido en sus mandamientos y por ello también creía que tenía derecho de heredar la vida eterna; pero no era así, sino había un pecado que amaba demasiado y no estaba dispuesto a renunciar a él.

Este pecado era su amor a las riquezas, las cuales no estaba dispuesto a dejarlas para seguir a Cristo. Por ello Jesús dijo: “De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”, (Mateo 19:23-24). Cuando oyeron estos los discípulos de Jesús, Mateo nos registra su reacción: Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 

Aunque los discípulos no eran hombres ricos, pero ellos sabían que no necesariamente el pecado podría ser el amar las riquezas, sino existen tantas cosas que nos pueden alejar de Dios y donde el hombre puede estar esclavizado a tal punto que a través de las fuerzas humanas es imposibles abandonarlas para seguir a Cristo, de allí que ellos exclamaron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?    nosotros no podemos ser salvos por nuestra propia cuenta ya que somos culpables delante de Dios por nuestros pecados “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, (Romanos 3:23). Si esto es así, entonces, ¿quién podrá salvarse? 

PARA DIOS NO ES IMPOSIBLE QUE EL HOMBRE SE SALVE

“Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible”.

Mateo 19:26

            En otras palabras, ¿si al hombre le es imposible dejar sus pecados para seguir a Cristo y salvarse a sí mismo?, entonces, ¿quién podrá ser salvo? No obstante, Jesús les respondió: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible.

Lo cierto es que la salvación del hombre es un regalo de Dios Efesios 2:8-9 el hombre no se salva por si solo

2 Reyes encontramos un pasaje que de alguna manera nos ilustra esto que estamos diciendo: “Después de esto aconteció que Ben-adad rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y sitió a Samaria. Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata. Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le gritó, y dijo: Salva, rey señor mío. Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? ¿Del granero, o del lagar?”,

(2 Reyes 6:24-27). Israel estaba sitiada, la comida escaseaba y el hambre amenazaba sus vidas, pero cuando la mujer vio al rey le grito diciendo: una mujer le gritó, y dijo: Salva, rey señor mío; pero el rey le respondió una verdad que se aplica a nuestra realidad espiritual: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? El rey le decía que si Dios no la salvaba, mucho menos él, un ser mortal y limitado que también necesita ser salvado la podrá salvar.

De igual forma, no hay religión u hombre de esta tierra que pueda salvarnos, sino el único que puede salvarnos es Cristo: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”, (Hechos 4:12).

Esta es la verdad que debemos aceptar. El hombre no se puede salvar a sí mismo, por sus propias fuerzas jamás logrará abandonar sus pecados para seguir a Cristo, sin embargo, lo que tiene que hacer es correr a Cristo, hacerlo el Señor de su vida para que Él le de la fuerza para que las cadenas de esclavitud que le impide dejar su pecado sean rotas y así pueda vivir para Dios recibiendo por fe la vida eterna. Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

¿SE SALVÓ ESTE JOVEN RICO?

               ¿Se salvó este joven rico? Difícil seria afirmar algo al respecto ya que la Biblia realmente guarda silencio y no dice nada mas de este joven y lo último que de él registra es cuando se retira triste ante la petición de Jesús de abandonar todas sus riquezas y seguirlo: “Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones”, (Mateo 19:22). “El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”, (Marcos 10:20-21).

             Este joven rico no tuvo el valor de renunciar a todas sus riquezas y seguir a Jesús, hoy en nuestros días muchas personas saben lo que tienen que hacer para seguir al señor y no están dispuestos a dejar esas cosas que les impiden la salvación eterna  lucas 9: 23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? 

56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Jesús no ofrece comida Jesús quiere que pongamos a el primero antes que los lazos familiares no somos aptos para el reino de Dios si no le ponemos a el primero


Lucas 14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. 
16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. 17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. 19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.

25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 
26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 
30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 
31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

 Dice el evangelio:

  • oir  Romanos  10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios
  • Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
  •  

La buena noticia es que Cristo murió para salvarnos.  1 Corintios 15:1-3 Él recibió el castigo que nosotros merecíamos  

Según la Ley de Dios, nosotros somos culpables. Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 

Quebrantamos los mandamientos trasgredimos sus leyes I Juan 3:4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 

 Romanos 3:19: Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.

         El condenado por la Ley es culpable, aunque haya hecho también cosas buenas.

         Sería ridículo que un estafador culpable plantee su libertad a su    Juez porque fue un buen esposo.

        Las buenas obras no quitan la culpa ni otorgan perdón ni en la ley de los hombres ni en la justicia de Dios. Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 

  • Efesios 2:8-9: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Diosno por obras, para que nadie se gloríe.
  •  

El condenado necesita un indulto inmerecido, una gracia extraordinaria que sea a la vez legal.

  • Romanos 5:8: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Ese pago fue cancelado para los que creen. No es solo una verdad teológica, sino también una realidad histórica. Jesús exclamó colgado allí en la cruz y anticipando su muerte:

  • Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. “Consumado es” significa que la deuda judicial ante Dios del pecador ha sido pagada, cancelada. Gloria a Dios por la obra de Cristo a nuestro favor.

   Dice ahora el evangelio:

  • Marcos 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Huye de tu pecado humildemente a Cristo. En fe, cree en el Cristo vivo, resucitado de los muertos, triunfante, sentado a la diestra del Padre. Él es Salvador de todo aquel que, arrepentido de su pecado, cree en Él.

     Hechos 16:30-31…Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos     dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.

 Hechos 17:30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 

 Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 

Confesar 10:9-10 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 

Bautizarse Hechos 2:38  Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.  Hechos ;22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.

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