1 ¿Por qué abandoné el institucionalismo? Por Rick Christian “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón» (Jer. 29:13). 1978 fue un año muy importante para mí. Varias cosas ocurrieron que afectaron mi futuro y mi presente. Cumplí 20 años de edad, conocí y me casé con mi primera esposa (Sharon) con quien estuve casado cuatro años hasta su muerte, y abandoné el institucionalismo. Siendo muy honesto, cuando abandoné el institucionalismo no era mi intención original el abandonar una iglesia de Cristo institucional, porque yo no sabía lo que era el institucionalismo. Los problemas que se habían producido en la iglesia donde yo era miembro, me agotaron. Mi padre era uno de los diáconos y estaba empeñado en solucionar los problemas, pero yo simplemente me cansé de ellos. Mis padres me enseñaron a respetarlos y me involucraron en las cosas del Señor desde pequeño. Como resultado de esta influencia, yo obedecí el evangelio en 1976. Mis padres tomaron la decisión de hacerse miembros en la iglesia en Sand Street en Ravenswood. Entonces, uno de los retos más difíciles de mi vida me confrontó, cuando pensé que mis padres estaban equivocados. Ellos se hicieron miembros de una iglesia “anti”. Pero, ¿yo sabía en realidad lo significa ser “anti”? No, en absoluto, pero yo creía saber que estaban totalmente equivocados al irse a “ésa iglesia”. ¿Por qué «ésa iglesia”? En 1972, se produjo una división en la iglesia de Ravenswood, cuando treinta miembros comenzaron una congregación en el área. Supe que la razón de la separación fue la consideración de un nombramiento sin base bíblica de los ancianos de Kaiser y Douglas. Más tarde se hizo evidente que varias otras cuestiones doctrinales estaban en discusión, como la centralización, el evangelio social, Herald of Truth, etc. Con un poco de rebelión en mi corazón, lo cual estaba mal, decidí a ir a otro lugar. Todavía no estaba contento con este tipo de arreglo. Empecé a notar cómo mis padres volvían a casa, de los servicios de la iglesia, felices y sin quejarse. Ellos estaban disfrutando de la comunión con los santos locales. Después de un par de semanas, la iglesia de Cristo en Sand Street realizó una serie bíblica. Sabiendo de los problemas en la congregación de Kaiser y Douglas, el hermano Mike Willis predicó lecciones sobre el institucionalismo. Llevé conmigo a uno de mis amigos de la iglesia en Kaiser y Douglas a ésta serie bíblica. Nos recibieron bastante bien. Oímos al hermano Willis predicar sobre el tema de los orfanatos. En realidad me hizo pensar. Pero no sólo pensar, sino también estudiar. Tomé la decisión de retirarme de la iglesia de Kaiser y Douglas. ¿Por qué? ¿Qué pude contemplar en las Escrituras para tomar ésta decisión? Empecé a ver que las cosas que se estaban practicando en Kaiser y Douglas, con el pretexto de ser “buenas obras”, no tenían autoridad bíblica (permiso de Dios). Incluso, un hermano dijo una vez, “Cuando algo es bueno, será bueno”, para justificar un trabajo que se realizaba. Un programa de transporte escolar, una Escuela Bíblica Vacacional, actividades sociales fuera y dentro del edificio de la iglesia. Salas de benevolencia, apoyo a orfanatos, y diversos trucos, artilugios y artefactos que se llamaban “buenas obras”, y todo esto usando la tesorería de la iglesia local. Yo necesitaba demostrar que Tito 1:16, Tito 3: 1 y Efesios 2:10 establecen como “buenas obras” los actos de obediencia a los mandamientos de Dios, y no las ideas de la sabiduría e inventiva humana. Yo había sido engañado al pensar que si tales cosas estaban sucediendo así, debían ser “buenas obras”. ¿Dónde leemos en la Biblia que los cristianos del Nuevo Testamento usaran otra cosa para animar a la gente a venir al Señor? ¿POR QUÉ ABANDONÉ EL INSTITUCIONALISMO? *** Por Josué I. Hernández http://www.JosueEvangelista.com 2 Al persistir en el estudio, se hizo más claro por qué se utilizaba la palabra «Anti» con tanta libertad. La etiqueta de «Anti» se utilizó como cortina de humo frente al problema real. Se solía decir «tal iglesia» se opone a que ayudemos a los huérfanos, «tal iglesia» se opone a la cooperación, «tal iglesia» se opone a la evangelización por radio y televisión, «tal iglesia» se opone a las universidades. Pero, esta no era la verdad en absoluto, en realidad “tal iglesia” estaba simplemente esforzándose para usar como autorización “libro, capítulo y versículo” (hablando donde la Biblia habla y calando donde ella guarda silencio), con un saludable respeto por el silencio de las Escrituras como algo prohibitivo. Por lo tanto, después de un examen más profundo, pude ver como «tal iglesia» se oponía al error de clasificar la ayuda a los huérfanos en Santiago 1:27 como una responsabilidad congregacional. En Kaiser y Douglas nunca se nos enseñó la distinción entre la responsabilidad individual y responsabilidad congregacional, a pesar de que la Biblia es sumamente clara en estos asuntos. 1 Timoteo 5:16 es muy claro, “Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas”. No fue tan difícil para mí ver a que se nos había enseñado el mismo argumento erróneo con Juan 15 (sobre la vid y los sarmientos), pues las ramas no son DENOMINACIONES o CONGREGACIONES sino INDIVIDUOS. (Consulte también Gálatas 6:10). Los llamados “Anti” no tenían una falta de amor a los huérfanos. Tampoco “esa iglesia” se opone a la cooperación. Los llamados “Anti” simplemente se guían por el patrón bíblico del Nuevo Testamento para la benevolencia, cuando una iglesia fue incapaz de cuidar de sus propios santos necesitados, otras congregaciones autónomas enviaron directamente un subsidio a ella, ya que la iglesia que lo requería era una iglesia necesitada. Jamás en el Nuevo Testamento hubo centralización de fondos a una iglesia patrocinadora. En aquel entonces, no pude encontrar ejemplo bíblico de centralización e institucionalismo, y todavía no encuentro autorización bíblica para ello (consulte los siguientes pasajes: Hech. 11:27-30; Rom. 15:24-28; 2 Cor 8 y II Cor 9..). En cuanto a la evangelización, en Kaiser y Douglas, se hizo hincapié en la importancia de apoyar al “Herald of Truth”, un programa de televisión y radio mundial supervisado en aquel momento por hermanos de Texas, y con el apoyo de hermanos de muchos lugares de los Estados Unidos. ¿Hay algo malo en la predicación por radio o televisión? No, respondí (Mat. 28:19,20). Entonces, ¿qué podría estar mal con esto? Respuesta: ¿Dónde está la autorización bíblica para que una iglesia asuma una obra que no está en condiciones de apoyar plenamente por sí misma? ¿Dónde está la autorización bíblica para que una iglesia establezca y apoye una institución con mesa directiva propia, con el disfraz de la supervisión de los ancianos? Esto era lo que estaba mal con el “Herald of Truth”. El Nuevo Testamento muestra que cuando los predicadores fueron apoyados para el evangelismo, el dinero fue enviado directamente a ellos, no a alguna sociedad misionera o alguna organización intermediaria o iglesia local central, el dinero se envió directamente al evangelista. Este es el modelo que debemos seguir en la evangelización. Este es el patrón de la bendita palabra de Dios (2 Cor. 11:8; Fil. 4:15,16). ¿Dónde está la autoridad para colegios y universidades de la iglesia de Cristo? Dios espera que su iglesia capacite a los predicadores y maestros de hoy y mañana. ¿Cómo? 2 Timoteo 2:2 nos responde. Cuando dejamos que la iglesia sea lo que Dios diseñó que fuera (Ef. 3:10) entonces se cumplirá todo lo que Dios quiere en el ámbito de la enseñanza, la edificación y la benevolencia (Ef. 4:11,12). Los llamados “Anti” no proporcionan entretenimiento o diversión con el dinero de la tesorería, pues tal cosa es una cuestión del individuo en la familia, pero esto no quiere decir que se opongan a la diversión sana y el esparcimiento del individuo cristiano. El apóstol Pablo, por ejemplo, trazó una clara línea divisora entre el lugar adecuado para el desarrollo de toda actividad social, y el lugar para lo espiritual. En 1 Corintios 11:34 dijo, “Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio”; y en ¿POR QUÉ ABANDONÉ EL INSTITUCIONALISMO? *** Por Josué I. Hernández http://www.JosueEvangelista.com 3 Romanos 14:17 dijo, “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Yo solía escuchar a predicadores que nos enseñaban que nosotros seguíamos la Biblia en todo lo que practicábamos. Yo supuse que estábamos haciendo lo correcto en Kaiser y Douglas pero mi suposición fue errada, y esto a pesar que en el ámbito de nuestra salvación se me enseñó la importancia de hacer todo lo que dice la Biblia, y seguir completamente el patrón que Dios ha dado para la salvación. Me dijeron que debo seguir el modelo que Dios ha dado para la adoración aceptable. Esto es verdad, pero no había consecuencia. Salí del institucionalismo a causa de mi amor por la verdad, pues no quería siquiera pensar más de lo que está escrito (1 Cor. 4:6). Cuando me aparté del institucionalismo fui rechazado por los hermanos de Kaiser y Douglas, pero deseaba seguir la verdad y apartarme de los errores de los hombres. Amigo mío, no asuma que tiene la razón, escudriñe las Escrituras (Hechos 17:10,11). Tenga un corazón bueno y honesto, y cerciórese con qué autorización usted está haciendo la obra. Si está obrando con autorización celestial, aférrese a ella; si está obrando con autorización humana, procure cambiarlo, y si no se puede, sálgase para adorar con los que en realidad hablan donde la Biblia habla y callan donde la Biblia calla. Hay muchos cristianos fieles en el mundo, y yo estoy gozoso de ser miembro de la única y verdadera iglesia de nuestro Señor Jesucristo. ¿Por qué estamos divididos? Por Luther Blackmon Desde que se estableció la iglesia, ha habido quienes han tratado de cambiar las leyes que la rigen. La primera cuestión importante fue el judaísmo. Los judios creyeron que Jehová era un Dios judío, y trataron de hacer de la iglesia una institución de judios al exigir que los gentiles se circuncidaran y guardaran la ley de Moisés (Hech. 15:1,2). Los primeros predicadores, especialmente el apóstol Pablo, lucharon contra esta falsa doctrina con todo el poder de la verdad. Pablo dijo que en relación con los maestros judaizantes en Galacia, “a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros” (Gal. 2:5). Pero hasta el día de hoy el llamado mundo «cristiano» todavía se ve acosado por el judaísmo. Cada sombra de premilenarismo, se extiende sobre la idea errada de que Dios tiene algo especial para los judíos. Hubo problemas en la iglesia de Corinto, al menos tres facciones, y tal vez cuatro, se formaron (1 Cor. 1:11-14). Pablo les dijo: “Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” (1 Cor. 11:19). Incluso las herejías hacen algún bien, pues sirven al propósito de Dios para manifestar a los aprobados en la verdad. Hay demasiadas personas sinceramente erradas que no se enfrentarán al hecho de que habrá división de vez en cuando. No puedo contar las veces que he oído a hermanos bien intencionadas decir “No debemos tener esta discusión, debemos amarnos más”. En semejante caso, la única manera de terminar una discusión sobre la verdad es por dejar de oponernos a las falsas enseñanzas y a los falsos maestros. Pero, ¿usted lo recomendaría? ¿Ha leído en la Biblia de alguna verdadera iglesia o cristiano fiel que para agradar al Señor se comprometió con el error para preservar “la paz”? Hace más o menos cien años, algunos hermanos clarividentes pensaron que la iglesia no estaba creciendo lo suficientemente rápido, por lo que inventaron una maquinaria humana para ayudar a Dios. En primer lugar introdujeron la sociedad misionera; a ¿POR QUÉ ABANDONÉ EL INSTITUCIONALISMO? *** Por Josué I. Hernández http://www.JosueEvangelista.com 4 continuación, el órgano. Había unos «Antis» en aquellos años (“los no progresistas”) que pensaban que la iglesia local era la única organización que el Señor tenía para predicar el evangelio, y que el canto por corazones devotos sería agradable a Dios en lugar de un órgano caro, pero la iglesia se dividió. En este caso, como en todos los demás, los «noprogresistas» fueron acusados del cisma, pero el estudiante de la Biblia sabio y concienzudo sabe que Cristo dividió la iglesia, en el mismo sentido en que divide la familia (cf Mat. 10:34-39). Bueno, a nosotros los “no-progresistas” nos ha costado ser mirados con respeto por los ojos del mundo. Luego, algunos están intoxicados con “su” importancia; otros fueron engañados, y la iglesia nuevamente se ha dividido. Hay muchas personas que no saben lo que está realmente involucrado en este problema. Ellos creen lo que su predicador ha dicho en contra de la oposición. El predicador consiguió su mensaje de la cátedra de alguna universidad o de un papel que permite que un solo lado de la discusión sea accesible. Como resultado directo de esto, muchos piensan realmente que hay unos malvados “Antis” que no creen en el cuidado de los niños huérfanos y en la cooperación bíblica. Ellos no dicen mucho de alguien que no crea en la ayuda y sostenimiento de los ancianitos. Más prejuicio se puede conseguir utilizando la imagen de los huérfanos. Además, tal vez esto se deba a que muchos de ellos han encerrado a sus ancianitos en algún “Hogar”, donde otra persona se molestará con ellos, y la iglesia y/o el gobierno pagará la factura. En un “Hogar” así, las personas de edad avanzada pasarán sus últimos días excusándose del abandono que sufren de parte de sus hijos por quienes sacrificaron sus mejores años; donde pueden mirar las paredes hasta que la muerte alivie su dolor y soledad. Sin embargo, los “Hogares” para huérfanos, los “Hogares” para ancianitos, y los «Antis», no han dividido la iglesia. Dios dividió su iglesia al exigir que las cosas se hagan a su manera. Y para salvar a un remanente que permanezca fiel.

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Hoswaldo Moreno

Predicador y autor cristiano. Mis libros son herramientas para fortalecer la fe y edificar a la Iglesia.