¿Cómo recibían su preparación? Por Bill H Reeves..

 

Hace poco me hizo un hermano una pregunta muy interesante e importante. ¿Cómo recibían su preparación los ministros de Cristo en el principio de la iglesia, y tenían toda la capacidad de prepararlos?

Esta pregunta, y su respuesta, tienen interés e importancia especial, porque tienen que ver con dos cosas en particular: las escuelas (llamadas Colegios en Estados Unidos; son como Universidades) establecidas y mantenidas por miembros de la iglesia de Cristo, y los programas de entrenamiento especial de algunos hermanos evangelistas (llamadas a veces equivocadamente Escuelas Bíblicas, letra mayúscula, indicando así una institución distinta, como por ejemplo: La Escuela Bíblica de Torreón, La Escuela Bíblica de McAllen, etcétera).

En primer lugar, y ante todo, debemos recordar que primitivamente los evangelistas (ministros de Cristo, como dice el hermano en su pregunta, pero NO «ministros de La Iglesia de Cristo») salían de CONGREGACIONES, ¡no de seminarios! No digo esto porque existan seminarios entre nosotros, porque bien sé que no existen. Pero sí hay quienes miran a ciertos Colegios (de los hermanos, como por ejemplo a Abilene Christian College, a David Limscomb College, etcétera) y a «Escuelas Bíblicas», como si fueran seminarios, SIN LOS CUALES LA IGLESIA NO TENDRÍA PREDICADORES CAPACITADOS hoy día. Tan crecida es esta idea sectaria que en algunas partes es casi REQUISITO, para ser ocupado como evangelista, el ser graduado de alguna de estas escuelas.

Como algunos de los lectores ya saben, yo soy graduado de dos de estos colegios que son dirigidos por puros miembros de la iglesia. Yo defiendo públicamente su DERECHO DE EXISTIR, mantenidos por individuos, pero no por congregaciones de la iglesia del Señor. No tenemos derecho bíblico de «cargar la iglesia» de instituciones humanas, no importa que buenas sean.

NO OBSTANTE el peligro de tales instituciones es que traten de dirigir la iglesia universal indirectamente. Si los predicadores de la iglesia son graduados de estas escuelas, ya puede uno imaginar que grande influencia van a tener las escuelas sobre la iglesia, porque las escuelas influencian a los jóvenes, y estos jóvenes salen a predicar a las iglesias (congregaciones), sembrando entre los hermanos las ideas más prevalecientes y dominantes de las escuelas, ESPECIALMENTE respecto a las cuestiones del día. ¡Esto tenemos que combatir!, pero no el derecho de la escuela privada de existir.

ADVERTENCIA: Cuando uno comienza a expresarse como lo he hecho en el párrafo de arriba, a veces es mal representado por hermanos liberales. Es acusado de «no creer en los colegios» de «no creer en la educación cristiana», de ser «Sommerista», etcétera. (Cabe aquí aclarar que hace muchos años el hno. Daniel Sommer, ya difunto, dirigía un grupo de hermanos en oposición al DERECHO BÍBLICO de existir de colegios como de los que dirigen algunos hermanos, decía él, y sus seguidores hasta la fecha, que ni tienen derecho de existir, ni aún mantenidos por cristianos individuales. No se oponía solamente a mantenimiento por iglesias, sino TAMBIÉN a mantenimiento por individuos. Sencillamente no tenía derecho de existir, decía él)

Hoy en día, cuando alguno afirma que estos colegios no deben ni pedir NI ACEPTAR donativos de congregaciones, se le llama «Sommerista». Nos llaman así porque no tienen mejor arma para su defensa. Nos llaman así, esperando levantar perjuicio, exactamente como lo hace el sectario que nos llama «Campbelistas».

Habiendo aclarado este punto, vamos a notar algunos textos bíblicos.

 

  • «..Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio..»(Hechos 8:4) Los discípulos primitivos eran cristianos instruidos en la Palabra; la podían anunciar. ¿De dónde sacaron esa «preparación»? ¿De algún seminario?
  • «..Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así..»(Hechos 17:11) Las Escrituras ponen el énfasis en el escudriñar individual.
  • «..Examinadlo todo; retened lo bueno..»(1 Tesalonisenses 5:21; Cf. 2 Corintios 13:5) Es deber individual examinar las cosas, para retener lo bueno. Siendo Cristo la cabeza de su cuerpo, no hay cuerpo legislativo (ni Papas, ni ANCIANOS TAMPOCO) que tenga derecho de obligarnos a aceptar como FE alguna decisión suya.
  • «..Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido..»(2 Timoteo 3:14) La instrucción en la Biblia debe comenzar en la casa. Si un muchacho fue enseñado en las Escrituras desde su niñez por padres píos, y también recibió buena educación en las Escrituras en la congregación local a través de los años, ¿es justo insinuar que no tiene preparación para predicar a menos que se gradúe de alguna «Escuela Bíblica»?
  • «..Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren..»(1 Timoteo 4:12-16) ¿Tiene este pasaje algo qué ver con la preparación para predicar? ¡Yo creo que sí!

¡No se nos olvide nunca: los predicadores deben salir de congregaciones. No de seminarios! Cada evangelista local (juntamente con los ancianos, si los hay, y los demás miembros) debe esforzarse por ayudar a otros a prepararse para predicar (2 Timoteo 2:2). Todos tenemos nuestros talentos y nuestras habilidades peculiares. Todos debemos sentir nuestra responsabilidad, según nuestras habilidades, de preparar a otros como obreros en el campo.

Hay distintos hermanos, en México, como también en EE.UU., que hemos luchado por dar tiempo y energía y talento a esto de contribuir ciencia y experiencia a otros que quieren dedicar sus vidas a la predicación de la Palabra. Esto no quiere decir que se han establecido Escuelas Bíblicas, como instituciones separadas pero sostenidas por iglesias. ¡En ninguna manera! Por eso es equivocación referirse uno a «Escuelas Bíblicas de X parte» cuando en realidad no hay mas que un esfuerzo escritural, de parte de un evangelista, de cumplir con su responsabilidad ante Dios de ayudar [a] preparar a otros.

Hay que recordarse, que la MISMA CITA BÍBLICA QUE OBLIGA a un evangelista a enseñar a otros, TAMBIÉN obliga a todos los demás evangelistas, cada quien según sus talentos. ¡Es pecado pasar esta responsabilidad a otro, diciendo que él tiene más habilidad! ¡Es error y tendencia sectaria CENTRALIZAR esta noble obra en una sola persona, o personas!

Yo defenderé hasta la muerte el derecho y responsabilidad de cada evangelista de preparar obreros según su capacidad. Pero cuando alguno trata de centralizar esta obra en una sola congregación, establecer una institución aparte con su tesorería, etcétera, y pedir y recibir fondos para LA ESCUELA, en lugar de para el predicador que está estudiando y predicando, entonces levantaré mi voz en oposición.

Quiero decir, antes de terminar, que ¡nunca ha habido Escuela Bíblica de McAllen! Los nombres propios, (letra mayúscula) son para distinguir entre entidades distintas. Tampoco se refiere al hno. Pedro Rivas en Torreón, a sus esfuerzos de entrenar obreros, como a la «Escuela Bíblica de Torreón»; el hacerlo indicaría que hay allí una institución aparte de la iglesia, aunque sostenida por las iglesias. Esto sería pecado.

CONCLUSIÓN

  • Los predicadores deben salir de congregaciones, no de seminarios.
  • El cristiano, si prefiere y tiene oportunidad, puede asistir alguna escuela fundada y mantenida y DIRIGIDA por cristianos, en lugar de asistir a las escuelas públicas. En estas escuelas tomará cursos bíblicos, el «Sommerismo» al contrario.
  • Cada evangelista debe esforzarse por cumplir con 2 Timoteo 2:2 y no pasar sus responsabilidades a otros, bajo el pretexto de que tienen estos otros más habilidad. ¡No hay hermano indispensable!
  • Debemos evitar tendencias erróneas entre ellas siendo ésas: 1. Pasar la responsabilidad de preparar obreros a una sola congregación, para centralizar todo el esfuerzo en ella. 2. Hacer de la obra de ayudar a toros una institución distinta, con nombre propio, organización propia, pidiendo y recibiendo fondos de iglesias en su propio nombre, en lugar de pedir ayuda financiera para el individuo que es más que «alumno», es predicador, estudiando y trabajando, y DIGNO DE SU SALARIO. 3. Pensar en los Colegios de los hombres como requisitos indispensables para el «ministerio», en lugar de escuelas o instituciones humanas que ofrecen ambiente cristiano y cursos bíblicos para los que busquen la educación formal.

Bill. H. Reeves.

El Instructor, 1954 – 1955.

Páginas 87, 88.

Vista histórica de la controversia de los años 1954 a 1958, sobre la centralización y el institucionalismo; por medio de artículos de «El Instructor». Enero 1995.

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Hoswaldo Moreno Parrales

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Hoswaldo Moreno

Predicador y autor cristiano. Mis libros son herramientas para fortalecer la fe y edificar a la Iglesia.